La fiesta de quince años es una tradición muy popular en varios países de Latinoamérica, como México, Guatemala o Colombia. Cuando las niñas de estos países cumplen quince años, se convierten en mujeres, por eso se hace una enorme fiesta en su honor. La quinceañera usa un vestido muy grande y llamativo, como una princesa y, a veces, también una tiara o corona. Generalmente, la fiesta es muy grande y costosa porque se invita a mucha gente, tanto familia como amigos. Sin embargo, esta fiesta es solo para las mujeres, los hombres no celebran sus quince años.
Antes de iniciar la fiesta, la quinceañera y los invitados asisten a una misa especial para la ocasión. Esto se debe a que la mayoría de los latinoamericanos profesan la religión católica. Después, en la fiesta hay varias acciones o tradiciones que se realizan a lo largo de la noche. Por ejemplo, el momento más importante es cuando la quinceañera, acompañada de "chambelanes" baila frente a los invitados el vals, una coreografía que ha practicado por meses. Algunas mujeres preparan un baile sorpresa después del vals en dónde sorprende a los invitados con un ritmo más moderno, como hip-hop, reguetón o pop.
Otro momento especial es el llamado "vals de la última muñeca". En este baile el papá entrega a la cumpleañera una pequeña muñeca de juguete y baila con ella para despedir a su pequeña niña y dar la bienvenida a la mujer en que se convierte. Así pues, la muñeca es especial porque será el último juguete de la quinceañera.
Finalmente, hay un momento en el que la quinceañera cambia sus zapatos bajos por zapatillas altas y también se pone una corona. Esto significa que ahora ella es una adulta y que, además, es la persona más importante esa noche, como una princesa. Por eso, todos los invitados brindan por ella con champagne o vino y también llevan muchos regalos.
Esta tradición es muy importante y común en México, sin embargo, en la actualidad hay muchas niñas que eligen un viaje al extranjero o a la playa, un cambio de guardaropa o dinero en efectivo para comprar lo que ellas quieran. Lo más importante es que ellas disfruten sus quince años, ya que para la cultura latina es una edad muy especial.